Satélites SAOCOM



PROYECTO SAOCOM 1A y 1B

Los dos Satélites Argentinos de Observación con Microondas (SAOCOM) serán los de mayor tamaño y capacidad construidos en el Hemisferio Sur, pesando 1600 kg cada uno. Su utilidad fundamental será el monitoreo y la prevención de catástrofes con la utilización del Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés).
El radar del SAOCOM emitirá microondas a alta potencia, con una antena gigante de 2,5 por 10 m, que podrá inspeccionar situaciones antes de que ocurran o mientras suceden, en forma independiente de la hora o la meteorología.
A diferencia de las cámaras comunes, el SAR puede observar a través de las nubes o de noche. Además, por su apertura sintética puede apuntar o hacer oscilar el haz de una antena fija como si fuera móvil. Esto permite barrer o enfocar lo que se desee en la superficie terrestre, sin el riesgo y las complicaciones mecánicas de mover una gran antena a centenares de kilómetros de altura o gastar energía moviendo todo el satélite. Al emitir microondas en la banda L, la antena SAR podrá detectar objetos mayores de ocho metros.
Asimismo, los satélites SAOCOM tendrán una cámara infrarroja capaz de detectar fuentes de calor y prevenir incendios en zonas despobladas. Formarán el Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE) junto con satélites italianos dotados de radares que utilizan la frecuencia complementaria X. La agencia espacial norteamericana NASA, colaborará con este proyecto aportando componentes críticos de la plataforma.
La importante tarea realizada por INVAP en asuntos de radares se refleja en su participación en la electrónica de los radares espaciales SAR o "de apertura sintética". Dos de ellos están siendo desarrollados en la Argentina para funcionar a bordo de los satélites SAOCOM, en un trabajo en conjunto de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) e INVAP. En la actualidad, son pocos los países con la capacidad de observación de la Tierra que otorga el radar SAR, incluyendo a los Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Italia e Inglaterra.
INVAP ocupa un doble rol en el desarrollo de los radares. Está a cargo de la electrónica central del radar SAR-L, es decir de la generación de pulsos y la definición de modos de operación a muy alta velocidad. Además, está construyendo una plataforma capaz de albergar algunos componentes sin que el satélite sobrepase las dos toneladas de peso, para facilitar su lanzamiento y puesta en órbita.

El SAOCOM es el primer vehículo espacial argentino cuya plataforma hace uso estructural intenso de la fibra de carbono, pura o combinada con "honeycomb" (estructura tipo panal de abejas de aluminio). Este tipo de satélite ha sido uno de los mayores desafíos de INVAP hasta la fecha.

Los radares SAR tienen tres características distintivas:
-Funcionan en base a microondas.
-Emiten haces móviles pese a tener antenas fijas.
-Los haces suelen "barrer" sus blancos en forma oblicua, generando lugares de mayor iluminación y otros de sombra.

La resolución de un radar SAR depende de la longitud de onda de las microondas y del tamaño de la antena. Los radares SAR de los satélites SAOCOM operan en banda L con microondas de 23 centímetros, que incluso con una antena gigante de 25 metros cuadrados sólo detectan objetos de un tamaño superior a los diez metros.
Por esa razón, la información que generen los SAR argentinos es de bajo valor militar pero de alta utilidad en asuntos de medio ambiente. El diseño radioeléctrico de estas antenas lo ejecutó el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), su compleja ingeniería de construcción y despliegue es obra de la CNEA.

Para suministrar la energía a antenas tan grandes, que son componentes principales del radar, se requiere de células fotovoltaicas de alta duración y eficiencia y superficie acorde, obra en este caso de la CNEA, con baterías de considerable peso. Debido a las dificultades técnicas, sólo dos países han encarado el desarrollo de radares SAR espaciales en banda L: Japón, con un satélite experimental académico ya en órbita y la Argentina, con los dos en construcción y cuya finalidad será económica y de gobierno.